jueves, 24 de marzo de 2011

Organic Tobacco booming?

Dear EarthTalk: Is it true that organic tobacco production is booming in the U.S.? And are cigarettes made from organic tobacco any healthier for smokers? -- Nanci R., Petaluma, CA

“No cigarettes, not even those grown organically, are good for you, but brands like American Spirit, shown here in a magazine ad, at least eschew the chemical fillers.”

Pic courtesy: “ATIS547, courtesy Flickr.”
To say business is booming would be an exaggeration, but it is true that many American tobacco farmers are beginning to transition to organic growing methods. Given the hard times growers have faced in recent decades—most Americans now revile smoking and farmers in other countries can produce higher volumes for substantially less cost—going organic is one way to keep charging premium prices. While growing organically costs more and yields a slightly less marketable product, farmers can make up the difference and then some since their organic tobacco will command double the price of their competitors’ conventionally grown, chemical-laden variety.

Companies like Santa Fe Natural Tobacco Company and Organic Smoke, Inc., for example, are willing to pay this premium for the privilege of marketing the resulting “natural” cigarettes—which also avoid the chemical fillers and even extra nicotine of the standard smoke—as friendlier to the environment. Of course, buyers beware: No cigarette is good for you, whether it contains organic tobacco or not. If you have to smoke, a so-called “natural” cigarette will expose you to fewer toxins overall, but the primary risk still comes from the inhaled carcinogenic smoke of the burning tobacco leaves.

For its part, Santa Fe, maker of the American Spirit brand of “natural” cigarettes, has seen sales increase 10 percent yearly over the last decade to the point where its sales account for about 0.6 percent of the total U.S. cigarette market. During its first year of business two decades ago, Santa Fe bought and processed 4,000 pounds of organic tobacco. In 2008, the company processed two million pounds. Upwards of 100 different farms spread across the U.S., Canada and Brazil now provide Santa Fe with organic tobacco leaf.

Besides buying only organic tobacco and eschewing chemical fillers, the company walks the socially responsible talk, too, powering its facilities with clean energy, extending benefits to same-sex domestic partners, and donating funds and volunteer time to the clean-up of New Mexico’s Santa Fe River.

But what even some of its own customers may not know—you won’t find it on the packaging—is that Santa Fe’s profits are all going toward the bottom line of its corporate parent, Reynolds American, an outgrowth of longtime leading cigarette maker R.J. Reynolds, purveyor of such esteemed conventional brands as Camel, Winston and Salem. Reynolds American, which today sells one out of every three cigarettes sold in the U.S., rolled up Santa Fe as part of a major reorganization in 2004 and has been reaping the benefits of the growth in sales of cigarettes made with organic tobacco ever since.

Growing organic tobacco also benefits the burgeoning organic farming business overall: “Organic certification allows the growth of other high-value seasonal crops, which can demand a premium price on the ever-expanding organic market,” Santa Fe’s leaf director, Fielding Daniel, told the trade publication Tobacco Farm Quarterly, adding that growers are heartened by this new and profitable market and worry less about the cost of, and risk of mishandling, synthetic chemicals.

CONTACTS: Santa Fe Natural Tobacco Company, http://www.sfntc.com/; Organic Smoke, Inc., http://www.organic-smoke.com/; Tobacco Farm Quarterly, http://www.tobaccofarmquarterly.com/.

In Spanish:

Querido DiálogoEcológico: ¿Es verdad que la producción orgánica de tabaco está explotando en EEUU? ¿Y son los cigarrillos hechos de tabaco orgánico más sanos para los fumadores?- Nanci R., Petaluma, CA

“Ningún cigarrillo, inclusive aquellos cultivados orgánicamente, es bueno para Ud., pero marcas como American Spirit, vista aquí en un anuncio de revista, al menos evitan los filtros químicos.”

Decir que el negocio está retumbando sería una exageración, pero es verdad que muchos granjeros norteamericanos de tabaco están comenzando a hacer la transición a métodos de cultivo orgánico. Dado los tiempos duros que los tabaqueros han encarado en décadas recientes—la mayoría de los norteamericanos ahora odian fumar y los granjeros en otros países pueden producir volúmenes mucho más altos a menos costo— la opción orgánica es una manera de seguir cobrando precios más altos. Aunque el cultivo orgánico cuesta más y rinde menos producto vendible, los granjeros pueden más que compensar por esto ya que su tabaco orgánico costará el doble de las variedades convencionalmente cultivadas y repletas de sustancias químicas puestas en el mercado por los competidores.

Compañías como Santa Fe Natural Tobacco Company y Organic Smoke, Inc., por ejemplo, están dispuestas a pagar este sobreprecio en costo por el privilegio de vender los cigarrillos "naturales" resultantes—que también evitan rellenos químicos e incluso la nicotina extra del cigarrillo estándar—que son menos dañinos al ambiente. Por supuesto, los compradores deben tener cuidado: Ningún cigarrillo es bueno para usted, contenga tabaco orgánico o no. Si tiene que fumar, un así llamado cigarrillo "natural" le expondrá a menos toxinas en términos generales, pero el riesgo primario todavía viene del humo cancerígeno inhalado de las hojas de tabaco en llamas.

Por su parte, Santa Fe, el fabricante de la marca de cigarrillos "naturales" American Spirit, ha visto crecer sus ventas un 10 por ciento anualmente durante la última década, hasta el punto que sus ventas representan aproximadamente 0,6 por ciento del mercado total de cigarrillos de EEUU. Durante su primer año de negocio dos décadas atrás, Santa Fe compró y procesó 2.000 kilos de tabaco orgánico. En 2008, la compañía procesó un millón de kilogramos. Más de 100 granjas diferentes esparcidas a través de EEUU, Canadá y Brasil ahora proporcionan a Santa Fe las hojas orgánicas de tabaco.

Aparte de comprar tabaco sólo orgánico y evitar masillas químicas, la compañía también actúa responsablemente en otros aspectos, también, impulsando sus facilidades con energía ecológica limpia, extendiendo beneficios a parejas homosexuales, y donando fondos y tiempo de voluntarios a la limpieza del Río Santa Fe de Nuevo México.

Pero lo que aún algunos de sus propios clientes no pueden saber—usted no lo encontrará en el envase—es que las ganancias de Santa Fe van en su totalidad a las arcas de su padre corporativo, Reynolds American, un fruto del antiguo fabricante de cigarrillos R.J. Reynolds, el proveedor de tales marcas estimadas convencionales como Camel, Winston y Salem. Reynolds American, que vende hoy uno de cada tres cigarrillos vendidos en EEUU, capturó Santa Fe como parte de una reorganización mayor en 2004 y ha estado cosechando los beneficios del crecimiento en ventas de cigarrillos hechos con tabaco orgánico desde entonces.

El cultivo creciente del tabaco orgánico también beneficia en general el negocio creciente de la agricultura biológica: "La certificación orgánica permite el crecimiento de otras cosechas de alta valía estacionales, que pueden demandar un precio más alto en el mercado orgánico constatemente en expansión," declaró Fielding Daniel, director de hojas de Santa Fe, a la publicación Tobacco Farm Quarterly, agregando que los cultivadores están alentados por este mercado nuevo y provechoso, y se preocupan menos acerca del costo de, y riesgo, de manejar mal sustancias químicas sintéticas.

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