“Plastic milk bags are popular in many parts of Europe, Latin America and India and are catching on in Canada, South Africa and China. They use 75 percent less plastic than similar capacity plastic jugs, are made of easily recycled high-density polyethylene, and can be rinsed out and tossed in with other recycling.
Image courtesy: Ilan Costica, Wikipedia
Pictured: an Israeli plastic milk bag.”
It’s true that plastic milk bags—not the cartons or jugs we are used to here in the U.S.—are de rigueur in many parts of Europe, Latin America and India and are catching on fast in Canada, South Africa, China and elsewhere. They typically hold a liter of milk and are sold in three-packs. Most people snip off a corner of the milk bag and keep it upright in a pitcher in the fridge. When the last drop has been used up, the bags, which are made out of easily recycled high-density polyethylene, can be rinsed out and tossed in with other recycling. Best of all, they use 75 percent less plastic than similar capacity plastic milk jugs.
The fact that milk bags are easy to recycle and use much less plastic (and as such are inexpensive) may be a big part of the reason for their popularity all over the world. They are more popular than ever in Great Britain today amid concerns that plastic milk jugs there are not being recycled at adequate levels. At least two of the UK’s largest grocery chains have switched over to milk bags in the last two years.
Of course, detractors point out that milk bags are not as sturdy as plastic jugs—they can puncture or burst if too much pressure is applied. Also, they do not stand upright like harder containers and cannot be sealed once snipped open—and are thus more prone to spilling. Perhaps for these reasons, milk bags are losing market share in many regions of the former Soviet bloc, where they were for years the most common packaging for milk. Some analysts cite the so-called “lower shelf appeal” of milk bags as the reason, which might have something to do with why U.S. supermarkets haven’t yet been eager to embrace them.
Of course, paper/cardboard (half-gallon) milk containers are also relatively friendly to the environment, especially if the empty boxes are worked into compost either at the residential or municipal level, or rinsed well and recycled. They tend to be more expensive than plastic jugs, though, as they cost more to make. Several companies are working on ways to employ recycled paper and cardboard into larger milk jugs while keeping costs comparable to inexpensive plastic jugs. And while most of us no longer employ milk delivery services to our homes, the glass bottles that they use (yes they still exist!)—and take back for reuse—may be the ultimate in eco-friendly milk storage, although driving the milk around and washing all the glass bottles are not the most eco-friendly activities.
Perhaps the modern-day version of the milkman is the herd share, whereby regular folks contribute annually or monthly to a local dairy farm in exchange for a gallon of milk fresh from the cow every week. Many of the herd shares offered these days feature organic milk from grass-fed cows, giving eco-conscious consumers a way to help keep small farmers alive while enjoying milk they know is safe and healthy. To find a herd share to join in your area, check out the Local Chapters website page of the Weston A. Price Foundation, a charity that works to disseminate the research of whole foods nutrition pioneer Dr. Weston Price.
CONTACTS: Weston A. Price Foundation, http://www.westonaprice.org/ ; Farm-to-Consumer Legal Defense Fund, http://www.ftcldf.org/
In Spanish:
Querido DiálogoEcológico: He estado oyendo mucho acerca de la popularidad de la leche vendida en bolsas (en comparación con cartones de plástico o cartón) en India, Europa y Canadá. ¿Cuáles son las ventajas ambientales para la leche en bolsas, y creen Uds. que se popularizará en EEUU? ¿Y qué otras opciones existen ahí para bebedores de leche que tratan de ser "verdes"?- Paul Howe, San Francisco, CA
“Las bolsitas de leche de plástico son populares en muchas partes de Europa, Iberoamérica e India y se están popularizando en Canadá, Sudáfrica y China. Usan 75 por ciento menos plástico que las jarritas equivalentes de plástico, son hechas de polietileno de alta densidad fácilmente reciclado, y se pueden lavar y botar con otros artículos de reciclaje.
Es verdad que leche en bolsas plásticas—no los cartones ni jarras que utilizamos aquí en los EE.UU.—son de rigor en muchas partes de Europa, Iberoamérica e India y se están popularizando en Canadá, Sudáfrica, China y otras partes. Típicamente contienen un litro de leche y son vendidas en paquetes de tres. La mayoría de las personas cortan una esquina de la bolsa de leche y la mantienen vertical en un cántaro en el refrigerador. Cuando la última gota ha sido agotada, las bolsas, que son hechas de polietileno de alta densidad fácilmente recicladas, pueden ser lavadas y tiradas junto con otros ítems a reciclar. Pero lo mejor de todo es que utilizan 75 por ciento menos plástico que las jarritas para la leche equivalentes.
El hecho que las bolsas de leche son fáciles de reciclar y utilizan mucho menos plástico (y como tal son más económicas) puede ser una razón grande de su popularidad por todo el mundo. Son más populares que nunca en Gran Bretaña hoy en medio de preocupaciones que las jarritas plásticas para la leche no son recicladas a niveles adecuados. Por lo menos dos de las cadenas más grandes de supermercados del RU han adoptado las bolsas de leche en los últimos dos años.
Por supuesto, los detractores indican las bolsitas de leche no son tan firmes como las jarras plásticas—pueden ser pinchadas o pueden estallar si se aplica demasiada presión. También, las mismas no se paran verticalmente como los contenedores más duros y no pueden ser selladas una vez que se han abierto—y son así más propensas a derrames. Quizás por estas razones, las bolsas de leche están perdiendo sus cuotas de mercado en muchas regiones del antiguo bloque soviético, donde fueron durante años el envase más común para la leche. Algunos analistas citan el llamado efecto de "atracción de los estantes más bajos" de las bolsas de leche como la razón, que quizás tenga algo que ver con el por qué los supermercados de EE.UU. todavía no se ven ansiosos de abrazarlas.
Por supuesto, los contenedores de papel/cartón (de medio galón) para la leche son también relativamente amistosos hacia el ambiente, especialmente si las cajitas vacías se "trabajan" para abono al nivel residencial o municipal, o lavadas bien y recicladas. Tienden a ser más caras que las jarras plásticas, sin embargo, ya que cuesta más fabricarlas. Varias compañías están trabajando de modo que se pueda emplear papel y cartón reciclados en jarritas más grandes para la leche, al mismo tiempo que se mantienen costos comparables con las jarras plásticas más económicas. Y aunque la mayor parte de nosotros ya no empleamos servicios de entrega a domicilio de leche, las botellas de vidrio que se utilizan (sí ellas todavía existen! )—y que se recogen después de su uso—puede resultar el almacenamiento de leche más ecológicamente deseable, aunque distribuyendo la leche por todos lados y lavando todas las botellas de vidrio no son las actividades más ecológicamente atrayentes.
Quizás la versión moderna del lechero es la "repartición de rebaño", por la cual la gente contribuye anualmente o mensualmente a una lechería local a cambio de un galón de leche fresca de la vaca cada semana. Muchas de las reparticiones de rebaño ofrecidas estos días incluyen leche orgánica de vacas alimentadas con pasto, dando a los consumidores eco-conscientes una manera de apoyar a la pequeña granjería y disfrutar a la vez de leche que sabe es sana. Para encontrar una "repartición de rebaño" en su área, consulte la página en línea de Local Chapters del sitio web de Weston A. Price Foundation,, una caridad que trabaja para difundir las investigaciones del pionero en alimentos naturales Dr. Weston Price.
CONTACTOS: Weston A. Price Foundation, www.westonaprice.org ; Farm-to-Consumer Legal Defense Fund, www.ftcldf.org
CONTACTOS: Weston A. Price Foundation, www.westonaprice.org ; Farm-to-Consumer Legal Defense Fund, www.ftcldf.org
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