Dear EarthTalk: Given the huge oil spill in the Gulf of Mexico last month, isn’t it high time the government put a stop to offshore oil drilling once and for all? Short of banning it altogether, what can be done to prevent explosions, leaks and spills moving forward? -- P. Greanville, Brewster, NY
Image courtesy: "Sky Truth, courtesy Flickr."
"The BP oil disaster is casting a long shadow over the public comment process now going on in Virginia and other coastal states that are considering putting exploratory oil wells in their offshore waters."
The explosion of BP’s Deepwater Horizon drill rig on April 20 and the resultant oil spill now consuming coastal regions of the Gulf of Mexico could not have come at a worse time for President Obama, who only recently renewed a push to expand drilling off the coast of Virginia and other regions of the U.S.
The debate over whether or not to tap offshore oil reserves with dangerous drilling equipment has been raging since extraction methods became feasible in the 1950s. It heated up in 2008 when George W. Bush convinced Congress to lift a 27-year-old moratorium on offshore drilling outside of the already developed western Gulf of Mexico and some areas off Alaska. Despite public protests, cash-strapped governments of several coastal states wanted the moratorium lifted given the potential for earning windfall revenues.
Barack Obama had historically toed the Democratic party line on offshore drilling—don’t allow it—but changed his tune during his 2008 campaign to compromise with pro-drilling Republicans if they would play ball with him on his carbon emissions reduction and energy efficiency initiatives. Then on March 31, three weeks prior to the Deepwater Horizon explosion, which killed 11 workers and has caused untold environmental damage, Obama called for new offshore drilling in the Atlantic from Delaware to central Florida and in Alaska’s untapped northern waters. He also asked Congress to lift the ban on offshore drilling in the oil-rich eastern Gulf of Mexico, just 125 miles from Florida’s beaches.
A key aspect of Obama’s new plan is to assess the potential risks and benefits of each specific offshore site before drilling there can commence. While Obama’s plan wouldn’t grant any new leases until 2012, the Deepwater Horizon problem is casting a long shadow over the public comment process now going on in Virginia and other coastal states otherwise ready to sign on the dotted line for exploratory wells to go into their offshore waters. Whether or not Congress and the American people are willing to let their government expand on what appears already to be some risky business is anybody's guess at this point.
Oil industry representatives maintain their equipment and processes are safer than ever. The U.S. Minerals and Management Service (MMS) blames the vast majority of the 1,400 offshore drilling accidents in U.S. waters between 2001 and 2007 on “human error,” not malfunctioning equipment, though some might argue that the distinction is irrelevant because there will always be human error. A small fire on the Deepwater Horizon in 2005 was found to be caused by human error, and most analysts agree some kind of bad judgment call also likely caused the rig’s ultimate demise. The MMS says it was already in the process of drafting new regulations that would require rig operators to develop programs focused on preventing human error, including operations audits once every three years for each rig.
Some Congress members don’t think the new regulations are enough, especially in the wake of the BP tragedy. U.S. Senator Bill Nelson, a Florida Democrat who has led opposition to offshore drilling, has now called for a congressional investigation of safety practices at offshore oil rigs, and has asked the U.S. Interior Department to undertake a full review of all U.S. drilling accidents over at least the last decade.
CONTACTS: BP, www.bp.com ; U.S. Minerals and Management Service, www.mms.gov .
In Spanish:
Querido DiálogoEcológico: ¿Dado el enorme derrame de petróleo crudo en el Golfo de México el mes pasado, no es ya hora que el gobierno ponga fin a las perforaciones petroleras en alta mar de una vez por todas? ¿Y si no se puede prohibir enteramente, ¿qué puede hacerse para prevenir explosiones, derrames y fugas de crudo de aquí en adelante?- P. Greanville, Brewster, NY
“El desastre de petróleo de la BP está influyendo fuertemente el proceso de comentario que tiene lugar en estos momentos en Virginia y otros estados costeros que están considerando permitir la exploración petrolera en aguas profundas en sus litorales.”
La explosión de la plataforma Deepwater Horizon de BP el 20 de abril y el derrame de crudo resultante que ahora está consumiendo regiones costeras del Golfo de México no podría haber venido en un momento peor para el Presidente Obama, que acaba de aprobar planes para expandir las perforacioens petroleras en aguas profundas en el litoral de Virginia y otras regiones de EEUU.
El debate sobre si o no utilizar las reservas de petróleo costa afuera con equipo peligroso de perforación ha sido furioso desde que métodos de extracción llegaron a ser posibles en los años cincuenta. El choque de opiniones se recalentó en 2008 cuando George W. Bush convenció al Congreso a que levantara una moratoria de 27 años aplicada a la perforación en aguas profundas fuera del ya desarrollado Golfo de México occidental y algunas áreas de Alaska. A pesar de protestas públicas, los gobiernos de varios estados costeros deseaban levantar la moratoria dado el potencial de ganar ingresos fuertes de esta nueva fuente.
Barack Obama históricamente respetó la posición del partido Demócrata con respecto a las perforaciones en aguas profundas—no permitirlas—pero cambió su opinión durante su campaña 2008 para negociar con los Republicanos en favor de la extracción en alta mar a cambio de cooperación con sus propuestas de reducción de emisiones de carbón e iniciativas sobre eficiencia de energía. Entonces el 31 de marzo, tres semanas antes de la explosión en alta mar del Deepwater Horizon, que mató a 11 trabajadores y ha causado un daño ambiental inaudito, Obama se declaró en favor de nuevas operaciones petroleras en aguas profundas en el atlántico desde Delaware a Florida central y en Alaska en sus regiones vírgenes. También pidió que el Congreso levantara la prohibición de perforar en alta mar en el Golfo de México oriental, rico en crudo, y solamente a 125 millas de las playas de Florida.
Un aspecto clave del nuevo plan de Obama es de valorar los riesgos y los beneficios potenciales de cada sitio antes de de comenzar a taladrar en alta mar en un punto específico. Aunque el plan de Obama no otorgaría ningún nuevo permiso de explotación hasta 2012, la tragedia del Deepwater Horizon está promoviendo la cautela en el proceso público de comentario que está ahora ocurriendo en Virginia y otros estados costeros que de otro modo estarían listos para firmar permisos de exploración petrolífera en sus litorales. En esos momentos no se sabe aun si el Congreso y el pueblo norteamericano estarán dispuestos a permitir que su gobierno expanda lo que ya parece ahora un negocio arriesgado.
Los representantes de la industria del petróleo mantienen que sus equipos y procesos son más seguros que nunca. El Servicio Estadounidense de Administración y Minerales (Minerals and Management Service —MMS) culpa la inmensa mayoría de los 1.400 accidentes de perforación en aguas profundas en aguas de EEUU entre 2001 y 2007 en "error humano," no fallas de equipos, aunque algunos aseveran que la distinción es falsa porque siempre habrá error humano. Se vio por ejemplo que un pequeño incendio en el Deepwater Horizon en 2005 fue causado por error humano, y la mayoría de los analistas concuerdan que algún tipo de mal juicio también probablemente causó la destrucción eventual de la plataforma. El MMS dice que ya estaba en el proceso de dictar nuevos reglamentos que requerirían a los operarios de estas instalaciones inaugurar programas que se centraran en prevenir errores humanos, con inspecciones de tales operaciones cada tres años en cada aparejo.
Algunos congresistas no piensan que las nuevas normas son suficientes, especialmente tras la tragedia de BP. El Senador Bill Nelson, Demócrata de Florida que ha liderado la oposición a la perforación mar afuera, ahora está demandando una investigación congresional sobre las prácticas de seguridad en aparejos de petróleo de aguas profundas, y pedido al Ministerio del Interior de EEUU que emprenda una revisión completa de todos los accidentes de perforación que han tenido lugar por lo menos durante la última década.
CONTACTOS: BP, www.bp.com ; U.S. Minerals and Management Service, www.mms.gov
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