miércoles, 21 de abril de 2010

Silicone bake ware and cooking utensil hazards

Dear EarthTalk: Are there any health hazards associated with the use of the new silicone bake ware and cooking utensils? I have found information associated with the hazards/benefits of Teflon and other cookware but nothing on the use of silicone. - Jean McCarthy, Sebastian, FL

“In 1979 the U.S. Food and Drug Administration determined that silicon dioxides -- the basic elements in silicone cookware -­- were generally recognized as safe to use even in food-grade contexts. But the first silicone cookware (silicone spatulas) didn't start to show up on store shelves until a decade later, and the FDA hasn't conducted any follow-up studies as to whether silicone can leach out of cookware and potentially contaminate food.”

"thousand_names, courtesy Flickr."
With all the negative press about Teflon and about metals leaching out of pots and pans, consumers are on the lookout for cookware that’s easy-to-clean and doesn’t pose health concerns. Silicone, a synthetic rubber made of bonded silicon (a natural element abundant in sand and rock) and oxygen, is increasingly filling this niche. The flexible yet strong material, which has proven popular in muffin pans, cupcake liners, spatulas and other utensils, can go from freezer to oven (up to 428 degrees Fahrenheit), is non-stick and stain-resistant, and unlike conventional cookware, comes in a range of bright and cheery colors.

But some wonder if there is dark side to silicone cookware. Anecdotal reports of dyes or silicone oil oozing out of overheated silicone cookware pop up on Internet posts, as do reports of odors lingering after repeated washings. Also, silicone’s image may be forever tainted by problems associated with silicone gel breast implants—some women with earlier generations of these implants experienced capsular contracture, an abnormal immune system response to foreign materials. And while theories about silicone implants’ link to breast cancer have since been debunked, the damage to silicone’s reputation lives on.

It’s sad to say, but since the use of silicone in cookware is fairly new, there has not been much research into its safety for use with food. Back in 1979 the U.S. Food and Drug Administration (FDA) determined that silicon dioxides—the basic elements in silicone cookware—were generally recognized as safe to use even in food-grade contexts. But the first silicone cookware (silicone spatulas) didn’t start to show up on store shelves until a decade later, and the FDA hasn’t conducted any follow-up studies to determine whether silicone can leach out of cookware and potentially contaminate food. For its part, Canada’s health agency, Health Canada, maintains that food-grade silicone does not react with food or beverages or produce any hazardous fumes, and as such is safe to use up to recommended temperatures.

Consumer advocate Debra Lynn Dadd, who steers clear of Teflon due to health concerns, is bullish on silicone cookware after investigating potential toxicity. “I tried to find some information on the health effects of silicone rubber, but it was not listed in any of the toxic chemical databases I use,” she reports, adding that she also sampled material safety data on several silicone rubbers manufactured by Dow Corning (which makes some 700 variations). “All descriptions I read of silicone rubber describe it as chemically inert and stable, so it is unlikely to react with or leach into food, nor outgas vapors.” She adds that silicone “is not toxic to aquatic or soil organisms, it is not hazardous waste, and while it is not biodegradable, it can be recycled after a lifetime of use.”

So while most of us will probably not have a problem with silicone cookware, those with chemical sensitivities might want to stay away until more definitive research has been conducted. In the meantime, cast iron and anodized aluminum cookware remain top choices for those concerned about harmful elements leaching into their cooked foods.

CONTACTS: FDA, www.fda.gov; Health Canada, www.hc-sc.gc.ca; Debra Lynn Dadd, www.dld123.com; Dow Corning, www.dowcorning.com.

In Spanish

Querido DiálogoEcológico: ¿Hay algún peligro para la salud asociado con el uso de los nuevos utensilios de cocina de silicona? He encontrado información relacionada con los peligros/beneficios del Teflón y otras baterías de cocina pero nada sobre el uso de silicona.- Jean McCarthy, Sebastian, FL

“En 1979 la Dirección de Drogas y Alimentos de EEUU (FDA) determinó que los bióxidos de silicio los elementos básicos en la batería de silicona para cocina podían ser reconocidos generalmente como seguros para utilizar incluso en contextos de alimentos. Pero los primeros utensilios de cocina de sílice (espátulas) no comenzaron a aparecer en las tiendas hasta una década más tarde, y la FDA no ha realizado ningún otro estudio de seguimiento para determinar si la silicona puede lixiviarse de los utensilios de cocina y contaminar potencialmente los alimentos.”

Con toda la prensa negativa acerca del Teflón y de los metales que se lixivian de las ollas y cacerolas, los consumidores están al acecho de baterías de cocina que sean fáciles de limpiar y no introduzcan preocupaciones de salud. La silicona, un caucho sintético hecho de silicio soldado (un elemento natural rico en la arena y la piedra) y oxígeno, llena cada vez más este nicho. El material, flexible pero fuerte, que ha demostrado ser popular en cacerolas de panecillo, moldes de biscocho, espátulas y otros utensilios, puede ir del freezer al horno (hasta 428 grados Fahrenheit), es antiadherente e inoxidable, y a diferencia de las baterías convencionales de cocina, viene en una gama de colores brillantes y alegres.

Pero algunos se preguntan si hay un lado siniestro con las baterías de cocina hechas de silicona. Informes anecdóticos de manchas o aceite de silicona que supuran de las baterías de silicona recalentada aparecen en postes del Internet, así como reportes de olores que persisten después de lavados repetidos. También, la imagen de la silicona puede estar eternamente manchada por problemas asociados con los injertos de gel de sílice para senos―algunas mujeres con generaciones más antiguas de estos injertos experimentaron contracción capsular, una respuesta anormal del sistema inmunológico a materias foráneas. Y aunque teorías acerca de la conexión de los injertos de sílice con el cáncer de mama fueron desacreditados, el daño a la reputación de la silicona persiste.

Es triste decirlo, pero puesto que el uso de silicona en las baterías de cocina es bastante nuevo, no ha habido mucha investigación sobre su seguridad para su uso con alimentos. Años atrás en 1979 la Dirección de Drogas y Alimentos de EEUU (FDA) determinó que los bióxidos de silicio―los elementos básicos en la batería de silicona para cocina―podían ser reconocidos generalmente como seguros para utilizar aún en contextos de alimentos. Pero los primeros utensilios de cocina de sílice (espátulas) no comenzaron a aparecer en las tiendas hasta una década más tarde, y la FDA no ha realizado ningún otro estudio de seguimiento para determinar si la silicona puede lixiviarse de los utensilios de cocina y contaminar potencialmente los alimentos. Por su parte, la agencia de la salud de Canadá, Health Canada, mantiene que la silicona para alimentos no reacciona con comidas ni bebidas y no produce ningún vapor peligroso, y como tal puede usarse al máximo de las temperaturas recomendadas.

La defensora de consumidores Debra Lynn Dadd, quién evita el Teflón debido a preocupaciones de salud, es optimista con respecto a los utensilios de sílice para cocinar, después de investigar su toxicidad potencial. "Traté de encontrar alguna información sobre los efectos de salud a razón del caucho de silicona, pero esto no aparece listado en ninguna de las bases de datos de sustancias químicas tóxicas que utilizo," dice ella, agregando que ella también muestreó datos materiales de seguridad en varios cauchos de silicona fabricados por Dow Corning (que manufactura unas 700 variaciones). "Todas las descripciones que leí del caucho de silicona lo describen como químicamente inerte y estable, así que es improbable que reaccione con o lixivie en los alimentos, ni emite vapores de gas". Ella agrega que la silicona "no es tóxico a organismos acuáticos o de tierra, no es un desecho peligroso, y aunque no es biodegradable, puede ser reciclado después de una vida de uso".

Por lo tanto, aunque la mayoría de nosotros probablemente no tendremos ningún problema con los utensilios de sílice de cocina, los que sufren de sensibilidades químicas quizás quieran esperar hasta que se concluyan investigaciones más definitivas. Mientras tanto, los utensilios para cocina de hierro fundido y aluminio anodizado siguen siendo la elección preferida para los que están concernidos acerca de la lixiviación de materiales perjudiciales en sus alimentos cocinados.

ewaste of old equipments

Dear EarthTalk: I work for an office equipment company selling copiers, fax machines, computers and printers. Each year new models come out making old ones obsolete. As a result, we have loads of trade-ins with nowhere to go. What can we do with this old equipment? -- Jeff P., Worcester, MA

"The Silicon Valley Toxics Coalition reports that 70 percent of the heavy metals in U.S. landfills are from discarded electronics. The U.S. Environmental Protection Agency reports that Americans trash two million tons of unwanted electronics each year -­ six times the amount they recycle. Pictured, e-waste in Ann Arbor, Michigan readied for recycling."

Image courtesy: "George Hotelling, courtesy Flickr."
Electronic waste, or “e-waste” as it’s called, is a growing problem in the United States and abroad, as obsolete or broken computers and other electronic equipment are taking up increasingly precious amounts of landfill space and potentially leaking hazardous substances into surrounding ecosystems.

The nonprofit Silicon Valley Toxics Coalition reports that 70 percent of the heavy metals in U.S. landfills are from discarded electronics—even though the e-waste itself accounts for only two percent of the trash by volume. The U.S. Environmental Protection Agency reports that Americans trash two million tons of unwanted electronics each year—six times the amount they recycle. To make matters worse, U.S. companies often ship old equipment to poor nations whose landfills and incinerators are ill equipped, subjecting already struggling populations to lead, cadmium, beryllium, and other contaminants.

So what can be done? If your old units still work but have merely been eclipsed by newer models, then by all means donate them to a needy cause that will either put them to good use or resell them to help fund their programs. You’ll earn a tax deduction for a charitable donation and, by keeping the equipment alive, prevent the manufacture of new units and thus, if ever so slightly, reduce the footprint of your operations.

But not every charity accepts old equipment, and no one wants to spend all day calling around to find one that does. A good place to look, then, is Goodwill, which will accept your equipment and then sell it through any one of its 1,500 retail stores across the country. Proceeds fund programs to help the disabled, illiterate, homeless, and those on welfare by providing job training and placement programs. The Salvation Army runs similar programs and also typically accepts donated old office equipment.

Another option is to donate your equipment to needy schools, either directly or via a service like iLoveSchools.com, which helps teachers find free supplies and equipment for their classrooms. The National Cristina Foundation also matches donated technology with needy schools and nonprofits. Also, the website GreatNonprofits.org maintains a list of charities in need of various types of office equipment. You can also offload equipment via Freecycle, a free service that helps find homes for unwanted stuff.

While finding a new home for your old gear is preferable, recycling is also an option. Recyclers harvest parts from old equipment that can be reused or resold. Several websites, including My Green Electronics, E-cycling Central, and Earth911, list electronics recyclers across the U.S. Some of these vendors will charge a small fee to recycle an item for you; others may do it for free. Also, Office Depot, Staples and some other stores will take back used electronics—even if not purchased there—usually for a small fee.

CONTACTS: Silicon Valley Toxics Coalition, www.svtc.org; Goodwill, www.goodwill.org; Salvation Army, http://www.salvationarmy.org/; iLoveSchools.com, http://www.iloveschools.com/; National Cristina Foundation, http://www.cristina.org/; GreatNonprofits.org, http://www.greatnonprofits.org/; Freecycle, http://www.freecycle.org/; E-cycling Central, http://www.ecyclingcentral.com/; Earth911, http://www.earth911.org/; Office Depot, http://www.officedepot.com/; Staples, http://www.staples.com/

In Spanish

Querido DiálogoEcológico: Trabajo para una firma que vende copiadoras, faxes, computadoras e impresoras. Cada año salen nuevos modelos haciendo que los viejos caigan en desuso. Como resultado, tenemos montones de máquinas usadas dadas de pie a cambio de nuevas y no sabemos qué hacer con ellas. ¿Qué podemos hacer con estos equipos viejos? - Jeff P., Worcester, MA

“La Silicon Valley Toxics Coalition informa que 70 por ciento de los metales pesados en los basurales de EE.UU. proviene de artículos eléctrónicos desechados. La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. reporta que los norteamericanos botan anualmente dos millones de toneladas de ítemes electrónicos­seis veces el monto que reciclan. Foto: Desechos electrónicos en Ann Arbor, Michigan, siendo preparados para su reciclado.”

El desecho electrónico, o “E-desecho” como se le llama, es un problema creciente en Estados Unidos y en el extranjero, a medida que computadoras obsoletas o rotas y otros equipos electrónicos capturan cantidades cada vez más preciosas de espacio en los basurales y potencialmente dejan escapar sustancias peligrosas a los ecosistemas circundantes.

El grupo no comercial Silicon Valley Toxics Coalition informa que 70 por ciento de los metales pesados en vertederos de EEUU provienen de artículos electrónicos desechados, aunque el E-desecho representa sólo dos por ciento de la basura total por volumen. La Agencia de Protección del Medio Ambiente de EEUU reporta que los norteamericanos desechan dos millones de toneladas de artículos electrónicos cada año, seis veces la cantidad que reciclan. Y para complicar la cosa, las compañías de EEUU a menudo envían equipos viejos a naciones pobres cuyos vertederos y quemadores de basura están mal equipados, exponiendo así muchas poblaciones pobres al cadmio, el berilio, y otros contaminantes.

De modo que ¿qué se puede hacer? Si sus unidades viejas todavía trabajan pero solamente han sido eclipsadas por modelos más nuevos, entonces por supuesto dónelas a una causa necesitada que o los pondrá a buen uso o los revenderá para ayudar a financiar sus programas. Usted ganará una deducción de impuestos por donativo caritativo y, al mantener el equipo vivo, prevendrá que se fabrique nuevas unidades, lo cual, al menos ligeramente, reducirá la huella ecológica de sus operaciones.

Pero no todas las caridades aceptan equipos viejos, y nadie quiere pasarse todo el día pegado al fono tratando de encontrar una que lo haga. Un lugar bueno a investigar, entonces, es Goodwill, que aceptará su equipo y lo revenderá en cualquiera de sus 1.500 tiendas detallistas a través del país. Los fondos así recaudados financian programas de ayuda a los incapacitados, analfabetos, los sin hogar, y los que dependen de la asistencia social al proveer programas de capacitación de empleos y programas de colocación. El Ejército de Salvación ostenta programas semejantes y también acepta típicamente donaciones de equipos de oficina viejos.

Otra opción es donar su equipo a escuelas necesitadas, o directamente a través de un servicio como iLoveSchools.com, que ayuda a los maestros a encontrar materiales y equipos gratis para sus aulas. La Fundación Nacional Cristina también empareja la tecnología donada con escuelas necesitadas y organizaciones no lucrativas. También, el sitio web GreatNonprofits.Org mantiene una lista de caridades que necesitan varios tipos de equipo de oficina. Usted también puede desprenderse de equipos a través de Freecycle, un servicio gratis que ayuda a encontrar recipientes para materiales descartados.

Aunque encontrar un nuevo usuario para sus equipos usados es preferible, el reciclaje es también una opción. Los recicladores “cosechan” ciertas partes de los equipos viejos que puede ser vueltos a emplear o revendidos. Varios sitios web, incluyendo My Green Electronics, E-cycling Central, y Earth911 , listean recicladores de artículos electrónicos a través de EEUU. Algunos de estos comerciantes cobran una modesta cantidad para reciclar un artículo suyo; otros lo pueden hacer gratis. También, Office Depot, Staples y algunas otras tiendas aceptan productos electrónicos usados—inclusive si no se hayan comprado allí—generalmente por una suma modesta.

Healthy snacks for Kids

Dear EarthTalk: I see a lot of “healthy snacks” being marketed for kids that list “natural flavors” but don’t identify them. Should I use these products?- John Stein, Methuen, MA

"Christine Steendahl of Kid Approved Meals stresses the importance of teaching kids which snacks to eat and which to avoid early in life so that they can sidestep obesity and other health problems altogether. Fruits, nuts and dry cereals, for example, are good alternatives to chips and other junk food."

Image courtesy: "Tree & J. Hensdill, courtesy Flickr."
Beloved food writer Michael Pollan recommends steering clear of foods that advertise their green attributes on their label. According to his line of reasoning, why give a child a fruit roll-up when you can give him or her a piece of fruit? Only processed foods need to advertise what’s natural about them, whereas an apple speaks for itself, providing wholesome nutrition without the need for marketing hype.

But most of us depend on the occasional packaged or processed food, so choosing between the lesser of two evils sometimes has to be the way to go. If a product lists natural ingredients on its label—anything from real fruits, vegetables and nuts to cereals, grains and other healthy foods you can recognize without a food dictionary on hand—it’s probably better than a food reliant on artificial flavors and sweeteners.

“One way for your kids to enjoy healthy snacks is to get them started on naturally sweet foods,” says Christine Steendahl of Kid Approved Meals, which sells menus and shopping lists to parents looking for guidance in meal preparation. “Since most kids crave sweets…naturally sweet foods such as fruits are perfect,” she says. Real bananas, oranges, apples, cherries, strawberries and other fruits are popular with most kids. “You can mix in yogurt or even make a fruit smoothie with some milk and a drop of chocolate or other natural flavors,” Steendahl suggests.

“One thing to recognize about children is that if they try enough types of natural and healthy snacks, they will find one that they enjoy,” says Steendahl. “The problem is that many times parents give up trying to find the snacks that their kids like and settle for popular junk foods instead.” She stresses the importance of teaching kids which snacks to eat and which to avoid early in life so that they can sidestep obesity problems altogether. Nuts and dry cereals, for example, are good alternatives to chips and other junk food.

According to California-based pediatrician and author William Sears, who markets his own line of healthy kids snacks called Lunchbox Essentials, parents should make sure that any snack foods they give their family members provide both fiber and protein, which give the feeling of fullness, and taste good as well. He adds that parents should learn to read labels so they can tell which products contain hydrogenated oils, artificial colors, preservatives and high-fructose corn syrup—all of which should be avoided.

As a last resort for especially finicky kids, parents can find packaged snacks that might look like junk food but are actually healthy and nutritious, including certain brands of fruit roll-ups and granola bars. Look in the snack aisle of your local natural foods market for such items, and don’t be afraid to ask store personnel for recommendations. It’s important to take your child’s nutrition seriously. Whether he or she ever realizes it, you are setting patterns that will enable them to live healthier and longer lives.

CONTACTS: Michael Pollan, http://www.michaelpollan.com/; Kid Approved Meals, http://www.kidapprovedmeals.com/; Dr. Sears’ Lunchbox Essentials, http://www.drsearshealthykids.com/

In Spanish

Querido DiálogoEcológico: Veo que se venden muchos "bocados sanos" para niños que listean "sabores naturales" pero no los identifican. ¿Es buena idea utilizar estos productos? - John Stein, Methuen, MA

"Christine Steendahl de Kid Approved Meals enfatiza la importancia de enseñar a los niños qué meriendas son preferibles y cuáles se deben evitar temprano en la vida de modo que puedan escapar lo más posible la obesidad y otros problemas de salud. Frutas, nueces, y cereales secos, por ejemplo, son buenas alternativas a las papas y otras comidas basura.”

El apreciado escritor sobre alimentos Michael Pollan recomienda evitar alimentos que trompetean sus atributos “verdes” en sus etiquetas. A su manera de ver, a qué dar a un niño un trocito de fruta envasado cuando usted le puede dar un pedazo de fruta real? Sólo los alimentos procesados deben anunciar lo que es natural acerca de ellos, mientras que una manzana habla por sí misma, proporcionando nutrición sana sin necesidad de exageración publicitaria.

Pero la mayor parte de nosotros dependemos del alimento ocasional envasado o procesado, así que escoger entre el mal menor es a veces necesario. Si un producto listea ingredientes naturales en su etiqueta—de frutas verdaderas, verduras, y de nueces a cereales, y otros alimentos sanos que usted puede reconocer sin un diccionario de alimentos en la mano—es probablemente mejor que un alimento que depende de aromatizantes y dulceadores artificiales.

"Una manera de que sus niños disfruten los bocados sanos es acostumbrarlos a alimentos naturalmente dulces," dice Christine Steendahl de Kid Approved Meals, que vende menús y listas de compras a padres que buscan guías para la preparación de comida. "Puesto que la mayoría de los niños aman los dulces…los alimentos naturalmente dulces como las frutas son perfectos," dice ella. Los plátanos, naranjas, manzanas, cerezas, fresas y otras frutas son populares con la mayoría de los niños. "Usted puede agregar yogur o preparar inclusive un “smoothie” (batido de fruta) con algo de leche y una gota de chocolate u otros sabores naturales," Steendahl sugiere.

"Una cosa que se debe reconocer acerca de los niños es que si ellos prueban suficientes tipos de bocados naturales y sanos, encontrarán al fin uno que disfrutan bastante," dice Steendahl. "El problema es que muchas veces los padres dejan de buscar las mejores meriendas para sus niños y sencillamente se conforman con las comidas basura". Ella enfatiza la importancia de enseñar a los niños qué meriendas son buenas para ellos y cuáles se deben evitar temprano en la vida para que puedan escapar completamente los problemas de obesidad. Las nueces y cereales secos, por ejemplo, son alternativas buenas a las papas y otros alimentos basura.

Según el pediatra y autor William Sears, basado en California, que vende su propia línea de bocados sanos para niños llamados Lunchbox Essentials, los padres deben asegurarse de que cualquier tentempié que ellos den a sus miembros de familia proporcionen tanto fibra como proteína, ya que dan la sensación de plenitud, y son también deliciosos. El agrega que los padres deben aprender a leer las etiquetas para que puedan decir qué productos contienen aceites hidrogenados, colorantes artificiales, conservantes y jarabe de maíz de alta fructosa—todos los cuales deben ser evitados.

Como último recurso para niños especialmente difíciles, los padres pueden buscar bocados empaquetados que quizás se parezcan a alimentos basura pero que sean realmente sanos y nutritivos, inclusive ciertas marcas de fruta envasada y barritas de cereal. Mire en el pasillo de bocados de su tienda local de alimentos naturales si vende tales artículos, y no tenga miedo de pedir recomendaciones del personal de la tienda. Es importante tomar la nutrición de su niño seriamente. Aunque los niños jamás lo sepan, usted estará inyectando pautas que les permitirán vivir vidas más sanas y largas.

sábado, 10 de abril de 2010

Plug in Prius - How much electricity will it use?

Dear EarthTalk: When the plug-in Prius is released, how much electricity will it use? Will my electric bill double if my Prius is plugged in each night? Or will the increase be minimal? Also, will all this recharging put a strain on the existing electricity grid? -- G.C. Marx, Colorado Springs, CO

"According to the blog Futurewheels.com, electric cars and plug-in hybrids (those that have been converted by owners) currently average about two cents per mile to recharge, while gasoline-only cars average about 10 cents per mile to refuel. Pictured: a Toyota Prius Plug-in Hybrid demonstration program vehicle at the 2010 Washington, DC Auto Show."

Image courtesy: "Mario Roberto Duran Ortiz, courtesy Flickr."

It is difficult to pinpoint the answer to this question right now since Toyota has not yet released its much anticipated plug-in hybrid, but most analysts believe the increase in your electric bill from overnight charging will be minimal. According to the blog Futurewheels.com, electric cars and plug-in hybrids (those that have been converted by owners) currently average about two cents per mile to recharge (electric rates vary greatly by region), while gasoline-only cars average about 10 cents per mile to refuel.

Plug In America, a California based network of electric vehicle and (self-converted) plug-in hybrid owners, estimates the cost to charge a typical plug-in hybrid overnight to be less than a dollar. So while your electric bill might go up $30/month due to recharging, your gas bill will decrease by somewhere between 80 and 100 percent depending on your driving habits and what you were driving beforehand.

Of course, it’s important to keep in mind that regular hybrids cost between $2,000 and $10,000 more than their gas-only counterparts, and that plug-in hybrids will likely cost even more due to their larger, better batteries and other more advanced technologies. It would take years and years of gasoline-free driving to make up the sticker-price difference between a plug-in hybrid and an equivalent-sized gasoline-fueled car. So while plug-in hybrids will help the environment, they’re not so much about saving money—unless you drive thousands of miles a week, in which case you’ll recoup your costs in fuel savings in a few years.

As to strain on the existing electricity grid, most experts agree that plug-in hybrids and all-electric vehicles, even in the unlikely event that all of us switched over to them eventually, wouldn’t compromise the ability of utilities to provide power, given that they are already scaled up to handle peak loads during heat waves when everyone runs energy-hogging air conditioning.
Furthermore, most of us would charge our cars overnight—typically a slow period for utilities otherwise and during which they could generate much more power if customers wanted it. A 2007 study by the U.S. Department of Energy’s Pacific Northwest National Laboratory found that off-peak electricity capacity could fuel the daily commutes of nearly three-quarters of all cars, light trucks, SUVs and vans on American roads today if they were plug-in hybrids. Plug In America adds that many utilities are upgrading local electricity distribution systems to accommodate plug-in hybrids and electric vehicles “just as they do when residents add more air conditioners and TVs.”

So if you’re interested in taking the plug-in hybrid plunge when the cars become available, don’t worry about increased electric bills, as overall you’ll be saving gobs of cash at the pump. And given the popularity of the current hybrids on the road, enough of us might go for the plug-in versions so as to reduce the cost disparity with traditional cars—meaning we could “save green” in more ways than one.

CONTACTS: Future Wheels, http://www.futurewheels.com/ ; Plug In America, http://www.pluginamerica.org/ ; Pacific Northwest National Laboratory, http://www.pnl.gov/

In Spanish


Querido DiálogoEcológico: ¿Cuando se estrene el Prius enchufable, ¿cuánta electricidad va a usar? ¿Se doblará mi cuenta de electricidad si conecto mi Prius todas las noches? ¿O será el aumento algo mínimo? ¿También, todo este cargar y recargar no terminará abrumando la red actual de electricidad?- G.C. Marx, Colorado Springs, CO



"Según el blog Futurewheels.com, los carros eléctricos e híbridos enchufables (los que han sido convertidos por sus dueños) promedian actualmente cerca de dos centavos por milla para recargar, mientras que los coches exclusivamente a gasolina promedian alrededor de 10 centavos por milla para reabastecerse de combustible. Foto: Un vehículo Toyota Prius Enchufable de demostración en el Show Automovilístico de 2010 en Washington, D.C."


Es difícil identificar con exactitud la respuesta a esta pregunta en estos momentos ya que Toyota no ha introducido todavía su muy anticipado híbrido enchufable, pero la mayoría de los analistas creen que el aumento en su cuenta de electricidad debido a las cargas nocturnas será mínimo. Según el blog Futurewheels.com, los carros eléctricos e híbridos enchufables (los que han sido convertidos por sus dueños) promedian actualmente cerca de dos centavos por milla para recargar (las tasas eléctricas varían mucho por región), mientras que los coches solamente a gasolina promedian alrededor de 10 centavos por milla para reabastecerse de combustible.
Plug In America , una red basada en California de propietarios de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, estiman que el costo de cargar un híbrido enchufable típico por la noche es menos de un dólar. Así, aunque la cuenta de luz aumente $30/mes debido a las recargas, su cuenta de gas disminuirá entre 80 y 100 por ciento dependiendo de sus hábitos de manejo y lo que usted manejaba anteriormente.

Por supuesto, es importante tener presente que los híbridos ordinarios cuestan entre $2.000 y $10.000 más que sus contrapartes de solamente gasolina, y que los híbridos enchufables subirán el costo probable aún más debido a sus baterías más grandes y mejores y otras tecnologías más avanzadas. Tomaría años y años de manejar un vehículo que no necesite gasolina para compensar la diferencia en la etiqueta de precio entre un híbrido enchufable y un carro de tamaño equivalente a gasolina. De esta manera, aunque los híbridos enchufables ayudarán al ambiente, los mismos no son una ganga—a menos que usted maneje miles de millas por semana, en cuyo caso recuperará sus costos en ahorros de combustible en unos pocos años.

En lo que respecta a sobrecargar la red existente de electricidad, la mayoría de los expertos concuerdan que los híbridos enchufables y los vehículos totalmente eléctricos, aún en el evento improbable que todos nosotros nos cambiaramos a ellos eventualmente, no pondrían en peligro la capacidad de las empresas de electricidad para proporcionar energía, dado que las mismas ya han aumentado su capacidad para manejar cargas picos durante olas de calor cuando todos están usando acondicionadores de aire que usan mucha electricidad.

Además, la mayoría de nosotros cargaríamos nuestros autos por la noche—típicamente un período lento para las compañías de electricidad y durante el cual las empresas podrían generar mucha más energía si los clientes lo desearan. Un estudio de 2007 hecho por el Laboratorio Nacional del Pacífico Noroeste del Departamento de Energía de EEUU, encontró que la capacidad fuera de las horas pico de electricidad podría abastecer los viajes diarios al trabajo de casi tres-cuartos de todos los autos, camionetas, SUVs y furgonetas en las carreteras norteamericanas si ellos fueran híbridos enchufables. Plug In America agrega que muchas empresas están modernizando los sistemas locales de distribución de electricidad para acomodar híbridos enchufables y vehículos eléctricos "en la misma forma que reaccionan cuándo los residentes agregan más acondicionadores de aire y televisores".

De modo que si usted está interesado en ser un dueño de un híbrido enchufable cuando los carros estén disponibles, no se preocupe por las cuentas de luz más grandes, ya que en general estará ahorrando un montón de dinero en la bomba. Y dada la popularidad de los híbridos actuales en el camino, quizá un suficiente número de nosotros optemos por las versiones enchufables reduciendo así la disparidad de costos con los carros tradicionales—significando que podríamos “ahorrar verde" en muchas maneras inesperadas.

CONTACTOS: Future Wheels, http://www.futurewheels.com/ ; Plug In America, http://www.pluginamerica.org/ ; Pacific Northwest National Laboratory, http://www.pnl.gov/

Environmental impacts of all the de-icing and snow removal taking place on roads everywhere

Dear EarthTalk: What are the environmental impacts of all the de-icing and snow removal taking place on roads everywhere in the wake of all the recent storms? -- Benjamin P Sander, via e-mail

"Besides salt, removed snow contains accumulated amounts of antifreeze, engine oil, rubber and metal deposits from tire wear, and heaps of plastic litter, cigarette butts and other waste -- all poisonous to local ecosystems no matter where it ends up."

Image courtesy: "Dave Elmore, courtesy Flickr."

The act of removing pure white snow seems innocuous enough, but it is actually fraught with negative environmental side effects. One major concern is the snow’s salt content, as most locales use sodium chloride (rock salt) to de-ice roads. But this salt can make nearby freshwater ecosystems uninhabitable for plant and wildlife species, and can affect the quality and taste of local drinking water supplies.

Besides salt, removed snow contains accumulated amounts of antifreeze, engine oil, rubber and metal deposits from tire wear, and heaps of plastic litter, cigarette butts and other waste which is also poisonous to local ecosystems no matter where it ends up.

Researchers in Toronto, Ontario have found that at least one local snow dump has been wreaking havoc in the nearby Don River. “Road salt adversely affects sensitive species when it exceeds 200 milligrams per liter of water,” reports journalist Michael Lehan. “Almost half of the test results taken between 2002 and 2005 in the river exceeded that, and the highest concentration recorded was almost 4,000 milligrams per liter.” The result, he says, is that the river can barely support life. “Only six pollution resistant fish species…can be found in the river.” Across town in the city’s west end, the Humber River—which doesn’t have a snow dump to contend with—supports some 30 species of fish.

Many regions are working on ways to green their snow removal processes. In Maryland, for example, road crews are pre-treating major roadways with brine, a saltwater solution that helps prevent snow and ice from sticking and thus reduces the amount of salt needed after a storm. The state is also experimenting with a beet juice and brine mix with the hope that it will stick to roads better and prevent snow and ice build-up. Massachusetts pre-treats roads with magnesium chloride to help prevent incoming snow and ice from sticking, and also uses a sodium chloride and calcium chloride mix on icy roads in environmentally sensitive areas and when the temperature gets too low (below 20 degrees Fahrenheit) for rock salt to be effective. According to the U.S. Environmental Protection Agency (EPA), using de-icers properly can cut down on the amount applied overall and improve road conditions.

Regardless of how much and what de-icers a given locale chooses to use, where the resulting removed snow ends up is the most important environmental consideration. In New Hampshire, another state that’s no stranger to snow, state officials require the placement of a silt fence between snow dumps and any nearby waterways, and have mandated that snow storage areas be at least 400 feet from municipal wells.

Of course, those who complain about the environmental effects of snow removal should consider the root cause of the problems: The concentrated hazards in snow dumps—from rock salt to motor oil—are mostly a direct result of our society’s reliance on the private automobile. While asking your local and state government to green up their snow removal operations is one way to help, another is to choose mass transit or carpool whenever you can, and to convince as many friends as you can to do likewise.

CONTACTS: Maryland Department of Transportation, http://www.mdot.maryland.gov/ ; Massachusetts Department of Transportation, http://www.massdot.state.ma.us/ ; U.S. EPA, http://www.epa.gov/

In Spanish:
Querido DiálogoEcológico: ¿Cuáles son los impactos ambientales de toda la remoción de hielo y eliminación de nieve que ocurre en los caminos por todas partes tras las tormentas recientes?- Benjamin P. Sander, a través de email

“Además de sal, la nieve removida contiene cantidades acumuladas de anticongelante, aceite de motor, residuos de goma y metal de llantas desgastadas, y rumas de basura plástica, colillas de cigarrillo, y otros desechos­todos venenos para los ecosistemas locales no importa donde termine parando.”

El acto de quitar pura nieve blanca parece suficientemente inocuo, pero está realmente cargado de efectos ambientales secundarios negativos. Una preocupación principal es el contenido salado de la nieve, ya que la mayoría de los lugares utilizan cloruro de sodio (sal gema) para descongelar los caminos. Pero esta sal puede hacer los ecosistemas cercanos de agua dulce inhabitables para especies de plantas y fauna, y afectar la calidad y el sabor de los suministros de agua potable.
Además de sal, la nieve quitada contiene cantidades acumuladas de anticongelante, aceite de motor, depósitos de goma y metal debidos al desgaste de llantas, y montones de basura plástica, colillas de cigarrillo y otro desechos que son también tóxicos a los ecosistemas locales no importa dónde acaben.

Investigadores en Toronto, Ontario han encontrado que por lo menos un basural local de nieve ha estado causando estragos en el Don River cercano. "La sal de caminos afecta adversamente las especies sensibles cuando excede 200 miligramos por litro de agua," informa el periodista Michael Lehan. "Casi la mitad de las pruebas tomadas entre 2002 y 2005 en el río excedieron eso, y la concentración más alta registrada fue casi 4.000 miligramos por litro". El resultado, dice él, es que el río apenas puede sustentar la vida animal. "Sólo seis especies de pez resistentes…pueden verse en el río". En el extremo occidental de la ciudad, el Humber River—que no tiene que lidiar con un tiradero de nieve—sustenta unas 30 especies de pez.

Muchas regiones están trabajando para desarrollar maneras de “ecologizar” sus procesos de eliminación de nieve. En Maryland, por ejemplo, los encargados de mantener las carreteras están pre-tratándolas con salmuera, una solución de agua salada que ayuda a prevenir que la nieve y el hielo se peguen y así reducir la cantidad de sal necesitada después de una tormenta. El estado también experimenta con una mezcla de jugo de remolacha y salmuera con la esperanza que se adherirá mejor a los caminos y prevendrá la acumulación de nieve y hielo. Massachusetts pre-trata las carreteras y caminos con cloruro de magnesio para ayudar a prevenir que la nieve y el hielo de la tormenta se pegue a las superficies, y también utiliza una mezcla de cloruro de sodio y cloruro de calcio en caminos cubiertos de hielo en áreas ambientalmente sensibles y cuando la temperatura es demasiado baja (debajo de 20 grados Fahrenheit) para que la sal de roca pueda ser efectiva. Según la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EEUU (EPA), utilizando los deschieladores apropiadamente puede reducir la cantidad aplicada en general y mejorar las condiciones camineras.

Pero no importa cuántos y qué tipo de deshieladores decida usar una localidad, donde queda finalmente la nieve sigue siendo la consideración ambiental más importante. En New Hampshire, otro estado acostumbrado a fuertes nevazones, funcionarios estatales requieren la colocación de una valla de cieno entre basurales de nieve y cualquier vía fluvial cercana, y han ordenado que las áreas de almacenamiento de nieve estén por lo menos a 120 metros de pozos municipales.
Por supuesto, los que se quejan de los efectos ambientales de la eliminación de nieve deben considerar la causa primordial de los problemas: Los peligros concentrados en tiraderos de nieve—de la sal de roca al aceite de motor—son en su mayor parte un resultado directo de la dependencia de nuestra sociedad en el automóvil privado. Aunque pedir a su gobierno local y estatal que “verdee” sus operaciones de eliminación de nieve es una manera de ayudar, otra es escoger el transporte público o compartir los coches siempre que se pueda, y convencer a tantos amigos como usted pueda a que hagan lo mismo.

CONTACTOS: Maryland Department of Transportation, www.mdot.maryland.gov; Massachusetts Department of Transportation, www.massdot.state.ma.us ; U.S. EPA, www.epa.gov