Dear EarthTalk:
Renewable energy production in the solar and wind markets currently
receives about $7 billion in government subsidies annually, but is
still not competitive against fossil fuels on a large scale. To what
extent should the U.S. continue to prop up these industries as they
compete against dirty energy?
- Jack Morgan, Richmond, VA
Historically the
vast majority of energy subsidies have gone to developing fossil fuel
resources. But that is beginning to change as part of the Obama
Administration's goal of cutting back on subsidies to the hugely
profitable oil industry. In 2011, while $2.5 billion of tax dollars
subsidized the fossil fuel industry in the form of tax breaks, some
$16 billion went into subsidies for renewables and energy efficiency.
Credit: Thinkstock
Historically the vast majority of energy subsidies have gone to developing fossil fuel resources and reserves. The CBO notes that until 2008 most energy subsidies went to the fossil fuel industry as a way to encourage more domestic energy production. A report by the non-profit Environmental Law Institute (ELI) confirms that, between 2002 and 2008, the federal government provided substantially larger subsidies to fossil fuels than to renewables. “Subsidies to fossil fuels—a mature, developed industry that has enjoyed government support for many years—totaled approximately $72 billion over the study period, representing a direct cost to taxpayers,” reported ELI. “Subsidies for renewable fuels, a relatively young and developing industry, totaled $29 billion over the same period.”
Even though subsidies to the oil industry may be down substantially from what they once were, the Obama administration and many others would like to see any such subsidies to the oil industry stripped completely. This past March the U.S. Senate rejected the so-called “Repeal Big Oil Tax Subsidies” bill that would have eliminated several of the tax breaks still enjoyed by the five largest oil companies—and use some of the proceeds to extend expiring energy tax provisions including tax breaks for renewable energy, electric cars and energy-efficient homes.
A September 2011 report from DBL Investors, a San Francisco-based venture capital fund specializing in renewable energy, backs up environmentalist calls for increased subsidies for renewables by showing how early subsidization of other energy keystone sources helped secure their respective dominant places in the energy marketplace. The report calculates that, in the U.S., nuclear subsidies accounted for more than one percent of the federal budget in their first 15 years, and that oil and gas subsidies made up one-half of one percent of the total federal budget in their first 15 years. Subsidies for renewables, in contrast, have constituted only about one-tenth of a percent, the report concludes.
CONTACTS: CBO, www.cbo.gov; ELI’s “Estimating U.S. Government Subsidies to Energy Sources: 2002-2008,” www.elistore.org/Data/products/d19_07.pdf; DBL Investors, www.dblinvestors.com.
Querido DiálogoEcológico:
La producción de energía renovable en los mercados solares y de viento
recibe actualmente aproximadamente $7 mil millones en subvenciones
estatales cada año, pero todavía no es competitiva contra los
hidrocarburos a gran escala. ¿Hasta qué punto debería continuar EEUU
su apoyo a estas industrias mientras compiten con energía sucia?
- Jack Morgan, Richmond,
VA
Históricamente la
inmensa mayoría de las subvenciones de energía han sido asignadas al
desarrollo de hidrocarburos. Pero eso comienza a cambiar como parte
del objetivo de la Administración de Obama de reducir subvenciones a
la industria del petróleo, que es enormemente provechosa. En 2011,
mientras $2,5 mil millones de dólares de impuestos subvencionaron la
industria de hidrocarburos bajo concepto de exenciones fiscales, unos
$16 mil millones se dedicaron a subvenciones para energía renovable y
eficiente.
Dada la importancia de cantidades
abundantes de energía para los norteamericanos, el gobierno federal
tiende a subvencionar todas las formas de desarrollo de energía,
inclusive hidrocarburos y renovables. Un informe recientemente
publicado por la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) encontró
que en 2011 el gobierno federal gastaba $16 mil millones de nuestros
dólares en subvenciones para el desarrollo de energía renovable y
eficiencia aumentada de energía, y "sólo" $2,5 mil millones en
subvenciones a la industria de hidrocarburos en forma de exenciones
fiscales. Pero esta división a favor de subvenciones más grandes para
fuentes alternativas renovables es un producto reciente del objetivo
indicado por el Presidente Obama de reducir subvenciones a la
industria del petróleo enormemente provechosa.
Históricamente la inmensa mayoría
de las subvenciones de energía han ido a desarrollar recursos de
hidrocarburos y reservas. El CBO nota que hasta 2008 la mayoría de las
subvenciones de energía se destinaban a la industria del hidrocarburo
como una manera de favorecer la producción más doméstica de energía.
Un informe del grupo sin fines lucrativos Instituto de Ley Ambiental
(ELI) confirma que, entre 2002 y 2008, el gobierno federal proporcionó
subvenciones substancialmente más grandes a los hidrocarburos que a
las renovables. “Subvenciones a hidrocarburos—una industria madura y
desarrollada que ha disfrutado de apoyo gubernamental durante muchos
años—totalizó aproximadamente $72 mil millones durante el período
estudiado, representando un costo directo a los contribuyentes,”
informa ELI. “Las subvenciones para combustibles renovables, una
industria relativamente joven y en desarrolloa, totalizó $29 mil
millones sobre el mismo período.”
Aunque las subvenciones a la
industria del petróleo pueden haberse reducido substancialmente de lo
que fueran una vez, la administración de Obama y muchos otros querrían
ver cualquier subvención a la industria del petróleo suspendida
completamente. Este marzo pasado el Senado de EEUU rechazó el proyecto
de ley llamado "Revocación a Subvenciones de Impuesto al Gran
Petróleo" que habría eliminado varias exenciones fiscales todavía
disfrutadas por las cinco compañías petroleras más grandes—y utilizado
parte de los fondos ahorrados para extender provisiones de impuesto
para energía a punto de expirar, inclusive exenciones fiscales para
energía renovable, coches eléctricos y casas eficientes en materia de
energía.
Un informe de septiembre 2011
comisionado por DBL Investors, un fondo de capital de riesgo basado en
San Francisco que se especializa en energía renovable, apoya la
demanda de los ecologistas de subvenciones más altas para energía
renovable, mostrando cómo la subvención temprana de otras fuentes
clave de energía ayudó a asegurar sus respectivas posiciones
dominantes en el mercado de energía. El estudio calcula que, en EEUU,
las subvenciones nucleares representaron más de un uno por ciento del
presupuesto federal en sus primeros 15 años, y que las subvenciones al
petróleo y gas constituyeron la mitad de un uno por ciento del
presupuesto federal total en sus primeros 15 años. Las subvenciones
para renovables, por contraste, han constituido sólo cerca de un
décimo del uno por ciento, concluye el informe.
A pesar de que el péndulo de
subvenciones de energía puede estar oscilando a favor de la energía
renovable en el último año o dos, el ímpetu puede perderse fácilmente
si los legisladores no extienden varios incentivos y créditos que han
ayudado a impulsarlo.
CONTACTOS:
CBO,
www.cbo.gov;
ELI’s “Estimating U.S. Government Subsidies to Energy Sources:
2002-2008,”
www.elistore.org/Data/products/d19_07.pdf; DBL
Investors,
www.dblinvestors.com
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