Conocida en la industria empacadora como poliestireno expnadido (EPS) y normalmente llevando el símbolo “#6” de reciclado, la espuma de poliestireno (que es en realidad la marca del producto de Dow Chemical) ha sido por bastante tiempo una pesadilla ecológica, ya que contiene sustancias químicas que se sabe son dañinas al sistema central nervioso y otros problemas de salud para trabajadores que se exponen regularmente a este material. Y puesto que es dificil y caro reciclar, el EPS tiende a atochar los basurales ya colmados de basuras tóxicas.
Pero EPS ha probado ser uno de los materiales más livianos y baratos para empacado, de modo que la industria ha trabajado fuertemente para hacer el reciclado del mismo más eficiente y conveniente. Más de 80 fabricantes de material de empacado, distribuidores de poliestireno y fabricantes de equipos se unieron en 1991 para formar la Alianza de Recicladores de Espuma de Poliestireno (AFPR). La asociación industrial basada en Maryland trabaja para facilitar el reciclaje entre fabricantes de EPS y las compañías que compran sus productos. Actualmente la entidad supervisa el reciclaje de 10 a 12 por ciento de todo el estireno de empacado producido cada año.
Las compañías participantes, que proveen servicios de recolección en sus instalaciones, reprocesan hasta 60 por ciento de la espuma EPS recolectada y la incorporan directamente al nuevo empacado. Parte del material se reformula y utiliza en una amplia variedad de productos plásticos durables. Actualmente, más de 110 localidades de producción funcionan como centros de recolección y juntas reciben anualmente hasta 50 millones de libras de empacado EPS usado. La AFPR ofrece también una lista completísima de puntos de recolección de costa a costa en su sitio web. Aunque las firmas que mandan el EPS a ser reciclado deben absorber los costos de envío y recolección, es posible que ahorren dinero en los pagos de disposición de este material en los terrenos de relleno.
Un caveat, sin embargo, la AFPR no se ocupa de reciclar la espuma de poliestireno en “riñoncitos” utilizada tan frecuentemente como material de relleno en los paquetes. La mayoría de las tiendas de “empacado y envío” (como las de UPS) aceptan riñoncitos usados pero limpios para reuso en sus propios envíos. De otro modo, el Consejo de Rellenados de Plástico Sueltos (Plastic Loose Fill Council) otro grupo comercial, opera un banco de datos donde los usuarios pueden encontrar centros de recolección locales simplemente al insertar sus códigos postales.
También, los gerentes de establecimientos que venden comida deberían recordar que reciclar el EPS usado en alimentos es más caro y difícil debido a problemas de contaminación bacterial. La mayoría de los centros de reciclaje de EPS no aceptarán este tipo de espuma sucia. Muchas firmas de servicios alimentarios han seguido el ejemplo de McDonald’s y descartado gradualmente el uso de contenedores de EPS para vajillas desechables y ordenes a llevar.
La firmas que no encuentran conveniente reciclar o de otra manera disponer de grandes cantidades de EPS (usado en alimentos u otras aplicaciones) podrían considerar la compra de una o más maquinas StyroMelt de la compañía británica Purex. La tecnología usa un proceso de compactación térmico para reducir el volumen de EPS has un 95 por ciento. Las “croquetas” sólidas resultantes de EPS son suficientemente densas para servir como “forraje de reciclado”, y también ocupan mucho menos espacio que la espuma original, si tuviesen que parar en los basurales.
CONTACTOS: Alliance of Foam Packaging Recyclers, http://www.epspackaging.org/ ; Plastic Loose Fill Council, http://www.loosefillpackaging.com/ ; Purex Styromelt, http://www.styromelt.com/